
Usted y la Hipertensión

Todas las personas, inclusive niños, deben visitar un médico y tomarse la presión arterial regularmente. Esta es la única manera de diagnosticar presión alta (hipertensión arterial).
Algunas de estas personas fueron diagnosticadas hace muchos años, antes de que se contara con métodos eficaces para el tratamiento de la hipertensión; y antes de que los estudios médicos revelaran la importancia que conlleva un tratamiento adecuado.
Afortunadamente, usted ha sido diagnosticado y existen hoy día medicamentos eficaces.
Algunos pacientes que, en un principio, seguían fielmente las instrucciones de su médico dejan de hacerlo; se olvidan de las instrucciones; no toman las medicinas en la forma indicada; no asisten a las citas regularmente; y, otros pacientes nunca hicieron caso a su médico.
Usted ha sido diagnosticado hipertenso. Este es el momento de seguir fiel y cabalmente las instrucciones de su médico. Este artículo contiene información acerca de la hipertensión y de su tratamiento, pero la decisión de seguir el tratamiento es suya, únicamente.
¿Qué es la Presión Arterial?
Cuando un médico toma la presión, lo que en realidad está haciendo es midiendo la fuerza que la sangre ejerce sobre las paredes de nuestras arterias. Esta fuerza creada por los latidos del corazón hace que la sangre circule por todo el cuerpo. Cada vez que el médico le mide la presión anota 2 lecturas: la presión sistólica y la presión diastólica y las escribe en números de la siguiente manera: ({120 / 80} {presión sistólica / presión diastólica}); le dirá en este ejemplo que su presión es de 120 sobre 80.
En forma sencilla, cada vez que el corazón late – alrededor de 75 veces por minutos – la presión en las arterias aumenta – (presión sistólica) y, cada vez que el corazón se relaja entre latidos, la presión en las arterias disminuye (presión diastólica).
O sea, el medico mide ambos aspectos de la presión arterial y ambos niveles tienen sus valores normales. La presión sistólica normal se estima hasta 140-150, mientras que toda presión diastólica por encima de 90 se considera elevada.
¿Qué es la Presión Alta?
Como dijimos, las arterias son las tuberías que conducen la sangre bombeada por el corazón a todas las partes del cuerpo.
Las arterias, a su vez tienen ramificaciones llamadas arteriolas. Ocurre que las arteriolas de algunas personas se aprietan de manera que se requiere más impulso para hacer que la sangre circule por ellas y por consiguiente, el corazón ha de trabajar con mayor ímpetu y las arterias tendrán que llevar sangre que transita a mayor presión. Si esta situación permanece por cuantioso tiempo se desarrollará la tan temida “presión alta”.
La excitación, el temor, el ejercicio, el fumar y hasta algunas comidas pueden hacer que las arteriolas se contraigan en algunas partes del cuerpo o en todo el organismo. Este estrechamiento de las arteriolas resulta en un aumento de la presión arterial.
Cuando la situación se hace normal una vez más, las arteriolas vuelven a ensancharse paulatinamente y la presión arterial regresa a la normalidad. La presión varía constantemente de minuto a minuto y de día a día. Así por ejemplo, algunas veces, la presión puede subir transitoriamente cuando estamos ansiosos, pero se normalizará al relajarnos. Todos podemos tener la presión alta en algún momento.
¿Qué es la Hipertensión?
Hipertensión es el término médico que se aplica a la presión arterial alta en forma permanente. Cuando las arteriolas se contraen en todo el cuerpo y la presión sube y permanece alta, el resultado es hipertensión. En algunos casos es posible determinar y corregir la causa de la hipertensión; sin embargo, en la mayoría de los casos – el 90 por ciento – es imposible determinar la causa de ésta.
“Uno de cada diez adultos padece de hipertensión”
¿Por qué yo?
Nadie sabe a ciencia cierta por qué usted padece de hipertensión. Prácticamente todos podemos ser hipertensos; personas nerviosas, personas tranquilas, de cualquier edad, de ambos sexos.
Con los pasos de los años y deterioro de la salud, la presión arterial tiene una tendencia de ir aumentando. Las emociones pueden jugar un papel importante porque durante un estado emocional intenso el corazón late con mayor fuerza y mayor rapidez. Algunos medicamentos pueden producir hipertensión o agravarla. A veces, las píldoras anticonceptivas pueden provocar o agravar la hipertensión. Hasta la fecha, en la mayoría de los casos es imposible determinar por qué la hipertensión afecta a un determinado individuo.
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